Cada 12 de marzo se celebra el Día Mundial del Glaucoma, una de las enfermedades visuales más extendidas – solo en España afecta a más un millón de personas – y que se sitúa como la segunda causa de ceguera tras las cataratas.
Recordemos más datos: en el mundo 60 millones de personas conviven con esta enfermedad y, cada año, se registran 2,4 millones de casos nuevos. Impactante, ¿verdad? Datos como estos hacen que el glaucoma se merezca que le conozcamos un poquito más.
¿Qué es el glaucoma?
>Es un grupo de enfermedades que provocan un daño importante en el nervio óptico y pérdida en el campo visual. ¿De qué forma? Su origen es multifactorial, y afecta a ambos ojos, aunque de manera asimétrica.
La tensión ocular es un factor a tener en cuenta pero no el más importante. El nervio óptico es el más importante, debemos observarlo y relacionarlo con la enfermedad. Sin embargo, se le da mucha importancia a este factor puesto que es el único que podemos controlar (con gotas, cirugía, etc.).
¿Qué relación existe entre la hipertensión ocular y el glaucoma?
Sencillo: en todo ojo sano un líquido denominado humor acuoso circula en el interior de la parte frontal del ojo, mientras que otra cantidad igual de líquido sale del mismo. En el caso de padecer glaucoma, el humor acuoso no fluye hacia el exterior del ojo de la forma correcta, provocando que la presión del líquido que permanece en el ojo aumente y pueda causar daños al nervio óptico (el desequilibrio entre la cantidad de humor acuoso producida y la eliminada es la que aumenta la presión intraocular y, en consecuencia, daña el nervio óptico), que conlleven a una muerte de células responsables de la visión, provocando una pérdida irreversible de la misma.
Ya sabemos en qué consiste el glaucoma y cuál es su causa, conozcamos ahora un poco más sobre los principales afectados por esta enfermedad y sus principales síntomas.
¿A quién afecta?
Aunque el glaucoma puede presentarse en personas de distinta edad o género, existen unos colectivos en los que puede suele ser más frecuente. Estos son:
- Las personas cuya presión intraocular sea elevada son los más propensos a esta enfermedad.
- Aquellos casos en los que se presentan antecedentes familiares (alrededor del 30% de afectados cuentan con un caso en su familia).
- Personas de edad avanzada.
- Los afectados por miopía severa que hayan padecido traumas oculares.
- Las personas diabéticas y las de raza negra.
- Personas con hipertensión arterial elevada o problemas de corazón.
- Personas que toma medicamentos como corticoides, antidepresivos, hipotensores.
En cuanto a los síntomas, se trata de una enfermedad silenciosa, por lo que los síntomas en la visión aparecen cuando la enfermedad está muy avanzada y la pérdida visual el irreversible. Solo cuando se produce un glaucoma por cierre de ángulo aparecen síntomas más evidentes como:
- Visión borrosa, halos de color arcoíris alrededor de luces brillantes.
- También se presentan dolor de ojos y de cabeza.
- Sensación de náuseas.
- Puede presentarse la pérdida repentina de la visión.
El glaucoma es fácil de tratar pero la diagnosis es difícil. Lo más importante es descender la PIO con gotas o cirugía, ya que es el único factor controlable. Un diagnóstico precoz es lo más importante para lograr preservar la visión.
Para terminar de conocer esta enfermedad, otro dato: alrededor del 80% de los casos podrían evitarse con un diagnóstico temprano. Como se trata de una enfermedad que no provoca síntomas hasta que ya está muy avanzada, es muy importante realizar revisiones periódicas para poder detectar cualquier cambio lo antes posible- recomendamos una revisión anual como mínimo si pertenecemos a algunos de los sectores de riesgo y cada 2 años en el resto de casos-.
¿Tienes alguna pregunta sobre el glaucoma? Si es así, no dudes en hacérnosla llegar, ¡nuestros expertos se encargarán de ayudarte a resolverla!