Llega el verano y los niños solo piensan en una cosa: bañarse hasta que caiga el sol. Una premisa que a priori suena de lo más divertida pero que en la práctica suele provocar fuertes ataques de otitis que llevan al niño a dejar de disfrutar de tan ansiadas vacaciones. Los baños del verano elevan hasta en un 50% los casos de otitis externa. El 84% de ellos se contagian en playas y piscinas a través de bacterias (u hongos). Por ello, desde ALAIN AFFLELOU, queremos que tus hijos tengan un verano sin complicaciones y te damos 7 claves para prevenir la temida otitis y continuar plácidamente con las vacaciones.
Otitis estivales: El calor como enemigo
Existen diferentes tipos de otitis dependiendo de la zona del oído en la que surja la infección. En concreto, la otitis externa aparece en el oído externo, el cual está formado por el pabellón auricular (la oreja) y el conducto auditivo externo (situado entre la oreja y el tímpano). Dicho conducto está recubierto de piel, que es especialmente vulnerable. Pues bien, cuando esta piel se inflama por una infección de bacterias u hongos, surge la otitis.
Por lo general, la otitis externa es benigna y responde bien al tratamiento local con analgésicos y a una limpieza pos aspiración que debe realizar el médico especialista. Bien tratada es una enfermedad que, aunque muy dolorosa, se cura sin dejar secuelas. Pese a que la otitis externa puede afectar a cualquier persona, están más expuestas aquellas que padecen enfermedades de base, como inmunodeficiencias y diabetes, en las cuales esta puede adquirir una forma de evolución grave, como es la otitis externa maligna.
¡Más vale prevenir!
- Evita que los niños naden en aguas poco saludables. Las aguas contaminadas propician la aparición de gérmenes que ocasionan infecciones en el oído.
- Pide a tus hijos que se zambullan despacio en la playa o en la piscina, sobre todo si las aguas son profundas. Una zambullida precipitada podría provocar la entrada brusca de agua en los oídos y la consiguiente aparición de infecciones.
- Una vez los niños acaben de jugar en el agua o salgan de la ducha, hay que secar bien los oídos con la punta de la toalla, volteando la cabeza hacia un lado para eliminar cualquier líquido del interior. Así evitaremos que la humedad ocasiones hongos o infecciones y que se genere tapones de agua.
- No debemos utilizar bastoncillos o elementos punzantes para retirar la cera y limpiar el oído, ya que puede obstruir el canal auditivo empeorando el taponamiento.
- Protege sus oídos con tapones. El uso de protectores auditivos disminuye el nivel de humedad provocado por el contacto con el agua, así se reduce el riesgo de padecer otitis. Los especialistas aseguran que los tapones convencionales para el baño no son eficaces para prevenir una otitis externa. La solución: Tapones a medida de silicona. Permiten sellar perfectamente el oído, ajustándose gracias a una impresión personalizada previa que realizamos en nuestras óptica del canal auditivo del niño o del adulto.
- Evita la exposición prolongada a ruidos fuertes y a corta distancia, como por ejemplo el de los petardos en fiestas populares o el de las atracciones de las ferias.
- Si viajáis en coche muchas horas o cogéis un avión, dales un chicle para masticar durante el camino y/o durante el aterrizaje o el despegue del avión para que anule el efecto del cambio de presión.
¡Disfruta de un verano sin complicaciones, disfruta de un verano sin otitis! Ven a vernos y en 2 minutos te realizamos un examen auditivo de manera gratuita… Y de regalo, llévate un práctico mini diccionario de inglés-Collins. No esperes más y comienza a cuidar tu salud auditiva.