Los problemas visuales pueden presentarse desde temprana edad en los niños. La capacidad visual se sigue conformando desde el nacimiento hasta la adolescencia. Es importante vigilar y prevenir la aparición de dichos problemas mediante revisiones periódicas anuales. Las gafas suelen ser una de las opciones más habituales para, sí es posible, corregir esos problemas, o al menos, evitar que empeoren. La selección de las gafas recomendadas para niños debe hacerse siguiendo unas pautas concretas que garanticen su efectividad, pero al mismo tiempo la comodidad de los más pequeños a la hora de usarlas.
Mejores gafas graduadas para niños
No todas las gafas son iguales. Los diferentes modelos de monturas, materiales o de lentes deben adaptarse a las necesidades particulares de cada niño, así como a los gustos personales de los más pequeños.
La graduación y los requisitos formales de las lentes deben ser señalados por algún oftalmólogo u óptico experto en el campo. Sin embargo, existen otros factores importantes a tener en cuenta a la hora de comprar las mejores gafas graduadas para niños:
- Elegir una montura de tamaño adecuado que se ajuste a la forma y dimensiones de la cara para que no se desplace ni se mueva. Hay que evitar que los ojos del niño queden muy arriba, ocupando el 20% superior del aro, por lo que conviene buscar monturas en las que los ojos del niño queden centrados en el aro o ligeramente por encima del centro. El puente debe apoyar perfectamente y quedar firmemente sujeto en la nariz. Las varillas deben ser del tamaño correcto para quedar bien asentadas en las orejas. En general, las gafas deben estar bien ajustadas en todas sus partes en relación al rostro.
- Seleccionar un material acorde a la edad del niño y al uso que se vaya a dar a las gafas. Es conveniente optar por materiales ligeros, flexibles y resistentes, así como hipoalergénicos. Las dos ideas principales que deben seguirse al seleccionarlas son: que no sean molestas para el niño y que no se rompan al ser manipuladas o al caerse. La silicona es un material excelente para los más pequeños, y el acetato, las gafas metálicas o el titanio son ideales a partir de los 6 años.
- Optar por cristales de materiales orgánicos. El policarbonato es un material apropiado por su resistencia a las roturas. Es preferible elegir formas que eviten que el miño mire por encima de las gafas.
- Añadir pequeños detalles como las bisagras de resorte que permiten que las patillas se flexionen hacia fuera, evitando que las gafas se rompan con frecuencia.
- Dejar que los niños den su opinión. Los usuarios de las gafas deben sentirse cómodos con ellas, también desde el punto de vista estético, para evitar que sea un complemento que no quieran utilizar. Si participan en la elección o deciden el color y la forma de las monturas, pueden ver con mayor facilidad la necesidad de ponérselas.
- Puede ser interesante el realizar una pequeña inversión y añadir algunos tratamientos a las gafas para mejorar su resistencia o calidad. Entre ellos, tratamientos de endurecimiento para garantizar su durabilidad o tratamientos antirreflejantes en las lentes que evitan las molestias frecuentes derivadas de las luces de las aulas u otros lugares.
- Es fundamental contar con unas gafas de repuesto, dado que un niño suele tener mucha mayor facilidad para perder o romper las gafas.
- Fijarse siempre en la garantía. Las ópticas de mayor calidad ofrecen siempre garantías específicas para las gafas graduadas para niños que son esenciales a la hora de comprar y adelantarse a posibles accidentes.
Mejores gafas de sol para niños
Los rayos del sol son esenciales para los más pequeños, pero hacen necesario siempre un cuidado especial de los ojos. Las gafas de sol para niños son necesarias no solo para evitar los problemas asociados a la exposición continuada de luz intensa sobre los ojos, sino para hacer más cómoda la visión de los niños en las horas de mucho sol. Seleccionar las mejores gafas de sol para niños es fácil, pero deben tenerse en cuenta ciertos aspectos.
- No hay una edad mínima recomendada para empezar a usar gafas de sol y su uso dependerá del lugar en el que se encuentre el niño y de las actividades a realizar. Consulte con su pediatra y con su profesional de la visión sobre la mejor manera de proteger los ojos del niño
- Hay que decantarse por gafas homologadas y que cuenten con protección solar. Debe tratarse de gafas que hayan pasado los controles de calidad europeos y que estén señalizadas con las letras CE. De esta forma, nos aseguramos de que no sean perjudiciales para la visión de los más pequeños. El índice de protección recomendado para los niños de menor edad es de 3.
- Si el niño lleva gafas correctoras, la mejor opción es decantarse por lentes fotocromáticas graduadas que se oscurecen o aclaran dependiendo de la cantidad de luz que incide sobre ellas.
- Añadir gomas elásticas o algún método de sujeción para asegurarse de que no se caen o se pierden.
Las gafas graduadas para niños o las gafas de sol para niños son un complemento fundamental para garantizar y prevenir la salud ocular de los más pequeños, que es importante seleccionar de manera consciente e informada.