Nuestro cuerpo trabaja de forma diferente en las distintas etapas de la vida y, en los ojos en particular, a partir de los 40-45 años estos cambios hacen que empecemos a notar los efectos de la presbicia, también conocida como vista cansada. Principalmente, lo que notamos en una pérdida progresiva de la capacidad para enfocar a diferentes distancias. Por este motivo, es recomendable el uso de gafas diseñadas para ver con nitidez a cualquier distancia, las gafas progresivas, que son las únicas con las que podemos ver bien a todas las distancias, incluyendo las distancias “intermedias” como la ordenador o el lineal de un supermercado.
¿Qué son los lentes progresivos?
Las lentes progresivas están ideadas para facilitar la visión nítida desde diferentes distancias. Por su diseño puedes ver objetos lejanos por la mitad superior de la lente; desde la cual, la potencia va cambiando progresivamente para que podamos enfocar los objetos situados a una distancia intermedia hasta alcanzar, en la parte inferior de la lente, la graduación necesaria para ver de cerca. Esta tecnología supone un avance en el campo de la optometría, ya que facilita la vida diaria de las personas con presbicia. En algunos casos, este tipo de gafas presentan ciertas ventajas y desventajas.
Ventajas de las lentes progresivas
- Solo es necesario tener unas gafas
- Ahorro al comprar solamente una
- Visión nítida a todas las distancias
Desventajas de las lentes progresivas
- Al utilizarlas por primera vez, puede ser necesario un “periodo de adaptación”
- Podemos notar alguna distorsión al mirar por la parte más lateral de las lentes
- Es importante que las gafas están bien ajustadas para que mantengan la posición adecuada con respecto a los ojos
Para adaptarte al uso de gafas con lentes progresivas es recomendable que el periodo de adaptación sea de forma gradual durante unas 3 semanas. Puedes ir avanzando poco a poco con ellas, comenzar a leer, caminar, conducir tu vehículo o realizar actividades que requieran enfocar de cerca. Una vez finalizado este proceso te será mucho más fácil y cómodo hacer las actividades del día a día.
Tipos de cristales de gafas progresivas
Dependiendo del problema visual que padezcas, necesitarás un tipo de cristal progresivo. Dentro de los diferentes tipos de lentes progresivas que hay actualmente en el mercado, caben destacar los siguientes:
- Ocupacionales: Se trata de un tipo de lentes diseñadas especialmente para el trabajo con ordenador, con las que se consigue una visión óptima tanto en visión intermedia (ordenador de sobremesa) como en visión cercana (teclado del ordenador, lectura,etc.)
- Progresivos de diseño tradicional: Es la categoría con precios más reducidos. El tiempo de adaptación suele ser algo mayor que en los progresivos personalizados y no están recomendadas para aquellos usuarios más exigentes.
- Progresivos personalizados: Basados en la tecnología Freeform, que diseña las lentes teniendo en cuenta no sólo la graduación de la lente, sino otros aspectos como las distancias de trabajo, el tipo de montura y el tipo de actividad que realiza al usuario. Hay diferentes niveles de personalización según las necesidades del usuario que permiten una rápida adaptación, incluso para los usuarios más exigentes.
A veces es normal confundir gafas progresivas con bifocales, ya que ambas ayudan a corregir los efectos de la vista cansada. La principal diferencia que existe entre ellas es que las gafas bifocales tienen dos secciones bien diferenciadas en la lente, que solo permiten visualizar objetos a una distancia corta y larga, pero no intermedia. Para modificar este inconveniente se diseñaron las gafas progresivas y sus diferentes tipos de lentes.
Ahora que ya sabes qué son las gafas progresivas, es muy importante cuidar la visión al llegar a cierta edad, ya que los primeros síntomas suelen ser visión borrosa y dificultades para enfocar a ciertas distancias. Por ello es recomendable un examen visual y adquirir unas cómodas gafas progresivas para corregir la vista cansada.