El verano es una época en la que todos deseamos disfrutar al máximo del sol, la playa y las piscinas. Sin embargo, también es una estación en la que aumentan los casos de conjuntivitis, una inflamación común que afecta la membrana transparente que cubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo, conocida como conjuntiva. En este artículo, te explicaremos en detalle qué es la conjuntivitis, sus principales síntomas, las razones detrás de su prevalencia en verano, especialmente en piscinas, y las recomendaciones para tratarla si la sufres.
¿Qué es la conjuntivitis?
La conjuntivitis, también conocida como «ojo rojo» es una afección ocular muy común que puede ser causada por diversas razones. Se caracteriza por la inflamación de los vasos sanguíneos en la conjuntiva, lo que provoca enrojecimiento, picazón, lagrimeo excesivo y sensación de cuerpo extraño en los ojos. Aunque generalmente no representa un grave problema de salud, puede resultar incómoda y contagiosa, por lo que es importante tratarla adecuadamente.
Principales síntomas de la conjuntivitis:
- Enrojecimiento ocular: Los ojos afectados adquieren un tono rojizo debido a la inflamación de los vasos sanguíneos en la conjuntiva.
- Picazón e irritación: La picazón y la sensación de tener arena o polvo en los ojos son síntomas comunes de la conjuntivitis.
- Secreción y legañas: Puede haber una secreción acuosa o espesa que se acumula en las pestañas y forma legañas al despertar.
- Lagrimeo excesivo: Los ojos pueden producir más lágrimas de lo normal como mecanismo de defensa ante la irritación.
- Sensibilidad a la luz: La conjuntivitis puede hacer que los ojos sean más sensibles a la luz brillante.
Causas de la conjuntivitis en verano, especialmente en piscinas:
La conjuntivitis puede ser de origen viral, bacteriano o alérgico. En verano, las causas más comunes están relacionadas con:
- Infecciones bacterianas y virales: Los virus y bacterias pueden propagarse con facilidad en piscinas mal mantenidas o en aguas con altos niveles de contaminación. Si las personas afectadas por la conjuntivitis nadan en estas aguas, existe una mayor probabilidad de transmisión a otros nadadores.
- Cloro y productos químicos: Las piscinas públicas y privadas suelen contener cloro y otros productos químicos para mantener el agua limpia y libre de bacterias. El contacto prolongado con estos productos puede irritar la conjuntiva y causar conjuntivitis alérgica en algunas personas.
- Uso compartido de toallas y objetos personales: Durante las actividades veraniegas, es común compartir toallas, gafas de natación u otros objetos personales, lo que puede facilitar la propagación de la conjuntivitis en caso de que una persona esté infectada.
Recomendaciones para tratar la conjuntivitis:
Si presentas síntomas de conjuntivitis, es esencial seguir estas recomendaciones para aliviar los síntomas y prevenir la propagación:
- Lavado frecuente de manos: Lávate las manos con agua y jabón regularmente, especialmente después de tocarte los ojos, para evitar la propagación de la infección.
- Evitar frotarse los ojos: Aunque puede resultar tentador, frotarse los ojos empeorará la irritación y aumentará el riesgo de propagar la conjuntivitis.
- Compresas frías: Coloca compresas frías y limpias sobre los ojos cerrados para reducir la inflamación y aliviar la picazón.
- No compartir objetos personales: Evita compartir toallas, maquillaje o cualquier otro objeto de uso personal que pueda entrar en contacto con los ojos.
- No usar lentes de contacto: Si utilizas lentes de contacto, suspende su uso hasta que los síntomas hayan desaparecido por completo.
- Visita a un profesional de la salud: Si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental consultar a un oftalmólogo o médico para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento adecuado.
Recuerda que la conjuntivitis puede ser contagiosa, por lo que es esencial tomar medidas preventivas y mantener una higiene ocular adecuada para disfrutar de un verano saludable y sin complicaciones.
