La hipoacusia, también denominada como sordera parcial, es la disminución de la sensibilidad auditiva y puede afectar a uno o a ambos oídos. La hipoacusia en niños en edad escolar, por lo general, suele pasar desapercibida y en muchos casos se descubre al comienzo de las clases.
La hipoacusia en niños se suele pasar por alto porque existe una tendencia a pensar que las dificultades en el aprendizaje, y la socialización, sólo están relacionadas a las faltas de concentración o el poco interés que tiene el niño. Por ello, es sumamente importante que se hagan controles auditivos en los pequeños para una detección precoz de cualquier anomalía. Puedes realizar una revisión auditiva gratuita en ALAIN AFFLELOU.
Existen tres tipos de hipoacusia infantil que se pueden presentar:
- Hipoacusia neurosensorial: el problema se encuentra en el oído interno y está vinculado directamente al sistema nervioso central.
- Hipoacusia conductiva: en este caso, la lesión la podemos encontrar en el oído externo o medio, lo cual impide al niño detectar o diferenciar sonidos que provienen del exterior.
- Hipoacusia mixta: la lesión reside tanto en los órganos conductivos, como en el sistema neurosensorial.
Existen tres grados de hipoacusia en niños
Mientras más información se tenga acerca de la hipoacusia en niños de edad escolar, mejor serán los resultados para detectar signos y síntomas e intervenir el problema. La escala de grados se compone de la siguiente manera:
- Hipoacusia leve: cuando al niño le cuesta entender una conversación o el habla en espacios ruidosos.
- Hipoacusia moderada: resulta difícil que el niño pueda seguir una conversación sin un audífono o prótesis auditiva.
- Hipoacusia severa o profunda: el niño necesitará audífonos las 24 horas del día.
Signos y síntomas de hipoacusia en niños
Si bien la hipoacusia puede presentarse a cualquier edad, los signos y síntomas pueden llegar a variar. Enfocándonos en los niños, los signos más habituales para poder tenerlos en cuenta e intervenir a tiempo son:
- Los niños con hipoacusia pueden percibir sonidos como demasiado fuertes o altos cuando realmente no lo son.
- Gran dificultad para seguir una conversación cuando dos personas o más están hablando.
- Bajo rendimiento escolar, ya que se sienten frustrados. Algunos niños quieren abandonar sus estudios debido a su bajo rendimiento académico.
- Malinterpreta las instrucciones y suele pedir a los docentes o compañeros que se la repitan.
- Los niños con hipoacusia suelen tener graves problemas en la pronunciación de las palabras y las sílabas. Asimismo, problemas en la articulación o sustituyendo fonemas.
- Tienden a aislarse y no se relacionan con grupos demasiado grandes.
Posibles causas de hipoacusia infantil
Es más frecuente de lo que uno piensa que un niño que oía bien, de repente pierda su capacidad auditiva. Las causas pueden ser muchas, de las más variadas, pero las más comunes es que sea debido a un problema genético, por un daño en el oído interno o externo, o en casos más extremos, por la perforación de la membrana timpánica.
Es fundamental mantener una buena higiene auditiva. Los oídos suelen estar más olvidados en este aspecto. Así como cuidamos nuestra vista o nuestros dientes, tenemos que ser precavidos con nuestros oídos. De cualquier modo, siempre es aconsejable ante cualquier duda y en cualquier caso, consultar con un profesional especialista.
Consejos para prevenir y tratar la hipoacusia en niños
Conociendo los diferentes tipos de hipoacusia, los grados que existen y teniendo en cuenta los síntomas que los niños pueden presentar, es más fácil poder tomar cartas en el asunto de forma rápida y temprana.
Con toda esta información, lo aconsejable por los especialistas es que hagas una prueba de diagnóstico de hipoacusia en niños. Es indolora, la realiza un profesional de la salud y cuenta con cuatro fases. Primero, se hace una revisión de la salud e higiene de los oídos. En segundo lugar, es el momento de un test de las capacidades auditivas, en el cual hay que escuchar diversos sonidos en diferentes frecuencias. En tercer lugar, el profesional hará un audiograma, donde mostrará todas las estadísticas del test. Por último, dará un diagnóstico médico sobre la salud de los oídos.
Es importante naturalizar este tipo de controles en los más pequeños. Tanto los adultos como los niños deben concienciarse de que controlar los oídos es algo que debe formar parte de nuestros controles médicos generales. Sin duda, detectar un trastorno auditivo en los niños lo más temprano posible es fundamental para el crecimiento, el desarrollo, el aprendizaje y la inclusión social del niño.