¿Trabajas largas jornadas frente al ordenador y tienes una contractura muscular? ¿Experimentas zumbidos en los oídos? Es probable que padezcas el famoso síndrome tensional, un problema de nuestro tiempo.
¿Qué es el síndrome tensional?
El síndrome tensional es una contractura muy común entre las personas que están sentadas durante largo tiempo frente al ordenador o frente a una pantalla. Aunque la contractura es el síntoma más persistente, acompañado de las molestias de la misma, existen otros síntomas que afectan a los oídos.
El síndrome tensional y los acúfenos están estrechamente ligados. Esto se debe a que la persona con este síndrome empieza a manifestar, con el tiempo, zumbidos. Los molestos pitidos o acúfenos se acompañan de vértigos. El estrés es también un factor que no solo puede agravar la contractura, sino el síndrome tensional y acúfenos.
¿Qué produce el síndrome tensional?
El síndrome tensional puede aparecer por múltiples causas físicas y emocionales. Dormir en una mala postura o en un colchón en mal estado, así como con una almohada deficiente, puede desencadenar la contractura del síndrome tensional.
A esto se añaden las malas posturas al estar durante largas jornadas frente al ordenador. Por eso se dice que el síndrome tensional es un problema de nuestro tiempo y que ha aumentado a raíz del teletrabajo. Cada vez existen más personas que llevan un estilo de vida sedentario y que no practican estiramientos; además, mantienen una mala postura frente al ordenador.
Los factores físicos no son los únicos que generan el síndrome tensional. También hay algunas causas emocionales como la depresión, la ansiedad y el estrés. Una persona estresada, con ansiedad y depresión es susceptible a presentar contracturas musculares.
Las contracturas no solo se manifiestan físicamente, sino que si no se tratan y se prolongan con el tiempo, pueden generar acúfenos, pitidos en los oídos y vértigo. ¿Y por qué aparecen estas molestias físicas?
La contractura lo que hace es bloquear un nervio conocido como Arnold. Es por eso que el dolor del síndrome tensional recorre parte de la espalda, el cuello, la cabeza e irradia hacia los oídos y las sienes.
Síntomas del síndrome tensional
El síndrome tensional, que se acompaña de una contractura muy molesta, tiene otros síntomas muy intensos. El síndrome tensional y los oídos tapados son muy habituales; también es posible experimentar zumbidos o pitidos muy molestos que incluso dificultan la audición.
Otros síntomas son:
- Dolor de cabeza. Se origina en la primera vértebra cervical. Este dolor puede durar desde 15 minutos hasta una semana.
- Dolor de cuello.
- Hormigueo en las manos.
- Vértigo.
Síndrome tensional y acúfenos
¿Cómo son los acúfenos provocados por el síndrome tensional? Las tensiones musculares ocasionadas por el síndrome tensional pueden producir zumbidos muy intensos en el oído; a estos también se les conoce como tinnitus. Se trata de pitidos muy intensos, persistentes que aumentan la tensión de la contractura y toda la zona.
Los pitidos pueden tener distinto volumen y ser o no persistentes. Además, de los acúfenos también pueden derivarse los vértigos, que como ya hemos adelantado, son uno de los síntomas del síndrome tensional. Quien padece síndrome tensional intenso, puede experimentar mareos muy fuertes que requieren que la persona se tumbe durante unos minutos.
¿Qué hacer si tienes síndrome tensional?
El síndrome tensional debe aliviarse practicando masajes sobre la zona contracturada y haciendo algunos estiramientos de cuello y espalda; también es fundamental cambiar los hábitos sedentarios y alejarse del ordenador cada hora durante unos minutos y caminar.
También es importante cambiar la postura al dormir y hasta aplicar calor seco sobre la zona afectada. ¿Y qué hacer con los acúfenos? Si el síndrome tensional se ha extendido a los oídos, entonces es fundamental acudir a un profesional y solicitar una revisión auditiva.
¿Se puede prevenir el síndrome tensional?
El síndrome tensional derivado de una mala postura puede prevenirse. Para ello es importante realizar ejercicio y estiramientos y evitar pasar tantas horas frente a la pantalla. En caso de que sea imposible, es importante contar con un lugar de trabajo adecuado que garantice un buen confort visual: una mesa y una silla especiales. Además, es importante que el portátil u ordenador se encuentre a una altura y distancia óptimas.