Los niños no están exentos de sufrir algunos problemas visuales desde temprana edad. ¡Pero es posible tratarlos! Es muy importante que si tu hijo comienza a presentar síntomas, pidas cita para un examen de la vista en un centro especializado.

Problemas de enfoque visual en niños en edad escolar

Los niños pueden manifestar distintos problemas de enfoque visual. Estos se hacen más evidentes cuando los pequeños comienzan a ir a la escuela y pueden tener un efecto sobre el rendimiento escolar del niño a medida que avanza y las exigencias del trabajo escolar son mayores. Incluso es posible que el profesor de tu hijo te haga saber que tiene ciertos problemas para copiar de la pizarra. Además, es frecuente que tu pequeño empiece a notar otras molestias como dolores de cabeza, ojos rojos, etc

¿Cuáles son los problemas de visión en niños en edad escolar? Los que asisten al colegio pueden desarrollar diferentes problemas de visión. Los más frecuentes son los defectos de refracción, es decir, miopía, hipermetropía y astigmatismo

Miopía, uno de los problemas de refracción más comunes

La miopía es uno de los problemas de refracción más comunes en niños y adultos. Con frecuencia aparece entre los 8 y los 12 años y cuando empieza en estas edades es muy probables que la miopía vaya aumentando (el niño va necesitando más dioptrías) de forma progresiva hasta la adolescencia o en algunos casos, hasta la edad adulta.

Y es que la miopía viene acompañada de síntomas muy comunes, como por ejemplo, entrecerrar los ojos para poder ver palabras y objetos que están a larga distancia. 

Los niños con miopía ven con nitidez al hacer actividades que impliquen una visión cercana y es muy frecuente que  se acerquen más al libro, o a la pantalla de su ordenador/tablet/móvil para poder leer. Por este mismo motivo, se suelen acercar mucho a la pantalla del televisor o el ordenador ya que en distancias próximas ven bien.

¿Qué es la hipermetropía?

La hipermetropía es muy frecuente en niños ya que casi todos nacemos hipermétropes y es hipermetropía va desapareciendo según los niños van crecienci, de forma que a la edad de 5-6 años casi todos los niños son emétropes (no tienen ningún problema “de enfoque”)En algunos casos, la hipermetropía persiste y, cuando ésta es muy elevada, puede provocar estrabismo u ojo vago

Una característica muy interesante de la hipermetropía es que en niños, no suele provocar visión borrosa, ya que utilizan nuestra capacidad de enfoque (el mismo sistema que nuestros ojos usan para ver nítidamente en cerca, conocido como acomodación ocular). Sin embargo, el esfuerzo que los niños realizan para compensar su hipermetropía y evitar ver borroso suele producir molestias como dolores de cabeza cuando, por ejemplo, el niño lee o ve la televisión; además, pueden aparecer otras molestias como  cansancio visual, ojos rojos y en algunos casos, desviación ocasional de algún ojo.

Por otra parte, el niño puede cerrar los ojos para intentar enfocar y ver las cosas, sobre todo cuando esté realizando alguna tarea en visión próxima. 

¿Qué es el astigmatismo?

El astigmatismo es también muy común y tiene varias formas de manifestarse, ya que puede producir visión borrosa tanto en lejos como en cerca aunque hay niños que notarán el problema más en cerca que en lejos o viceversa, según el tipo de astigmatismo; de hecho, en ocasiones la queja principal del niño no es visión borrosa sino dolor de cabeza que aparece como consecuencia del esfuerzo continuado que supone “guiñar” los ojos para ver más nítido.

El astigmatismo suele deberse a una córnea (la superficie transparente que hay en la parte externa del ojo, que cubre la pupila y el iris) que no es totalmente esférica, haciendo que la imagen de un objeto no se forme en un único punto de nuestra retina sino en dos. Por ello, también es muy frecuente que los niños con astigmatismo declaren ver los objetos con una especie de “reborde” y/o que vean muchos destellos rodeando a las luces.

¿Cuándo llevar al niño a una revisión de la vista?

Los problemas de visión en niños en edad escolar pueden detectarse a tiempo y lo mejor es concertar una cita con un especialista para hacer un examen visual completo. Aquí, el experto determinará si el niño necesita usar gafas y de qué tipo; además, por supuesto, de explicarte cuál es el problema de visión que sufre el pequeño y darte detalles al respecto.

Las señales de que es momento de llevar a tu hijo a un examen de la vista son muchas. Puedes detectarlas tú, pero también su profesor en el colegio. Y es que los pequeños con problemas de visión pueden bajar su rendimiento escolar, mostrarse distraídos, sin concentración y, además, es posible que entrecierren los ojos para poder ver. Esta es la principal señal de cualquiera de los problemas de enfoque visual en niños.

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