1. “Empiezo a tener problemas en cerca pero me han dicho que me espere porque si voy a la óptica y me ponen gafas voy a empezar a ver peor y dependeré siempre de las gafas”.
Falso: Es importante revisar la visión al menos una vez al año, sobre todo si tenemos síntomas. El optometrista, tras hacer un estudio del caso, recomendará al paciente si necesita una prescripción de gafas para cerca o no.
2. “Noto que veo mal de lejos, pero no voy a ir a graduarme aún porque me han dicho que si me ponen gafas para corregir la miopía, me va a subir más rápido. Tengo que dejar trabajar al ojo”.
Falso: El aumento de la miopía no depende de si llevas gafas o no, existen otros factores que afectan a las variaciones de la graduación (tanto genéticos como ambientales) independientes del uso de gafas. Si no llevamos la corrección adecuada podemos provocar otras alteraciones visuales, derivadas del sobreesfuerzo que realizamos al no llevar las gafas.
3. “Mi hijo es aún muy pequeño para hacerle un examen visual, esperaré a las revisiones del pediatra, que en la óptica no gradúan a niños”.
Falso: Está claro que debemos acudir al pediatra con nuestros hijos para realizar todas las revisiones y, si éste encuentra algún indicio de problema visual, derivará al oftalmólogo. Su salud visual está estrechamente relacionada con su desarrollo y su aprendizaje. Por este motivo, deberíamos realizar un examen visual completo a los niños a partir de 3 años.
4. “Últimamente se me secan mucho los ojos con mis lentillas, voy a ir a la farmacia a por unas gotas que con eso será suficiente, no hace falta hacer una revisión”.
Falso: Es habitual tener sensación de sequedad ocular, arenilla, irritación en los ojos debido a los ambientes secos donde nos movemos habitualmente, provocados por los aires acondicionados y calefacciones. Sin embargo, hay ocasiones en que esta sequedad viene provocada bien por el uso inadecuado de la lente de contacto, por llevar una lente de contacto que no es la adecuada para nuestro caso, o simplemente por un cambio de graduación que nos obliga a forzar la visión más de lo debido, por lo que no debemos dejar pasar estas situaciones e ir a revisarnos tanto si es un problema de salud ocular como un simple cambio de graduación.
5. “Ya ni me acuerdo de la última vez que me revisé, pero como veo bien ya iré cuando note algo”.
Falso: Debemos hacernos una revisión de la vista al menos 1 vez al año para comprobar el estado de nuestro sistema visual, ya que pueden existir complicaciones que en principio no nos parezcan importante pero que si no se tratan a tiempo pueden desencadenar en problemas más graves.