Identificar los problemas visuales de tu hijo a tiempo es la clave para tratarlos correctamente y frenar su desarrollo lo antes posible, pero ¿cómo saber si tu hijo ve bien?
La mayoría de niños que padecen defectos visuales no los comunican directamente. Es muy importante para padres y tutores estar atentos a posibles señales o comportamientos que indiquen que hay algún problema en su visión. Una vez detectado, podremos acudir al óptico y/o oftalmólogo para poder aplicar el tratamiento apropiado evitando que un defecto en su visión afecte a su día a día.
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE DETECTAR LOS PROBLEMAS DE VISIÓN EN LA INFANCIA?
La visión es un órgano clave durante los primeros 12 años cuando el 80% del aprendizaje tiene lugar a través de sus ojos. Aún así, estudios demuestran que el 50% de los niños que necesitan gafas no las usan y la mayoría de los menores de 7 años no se han revisado la vista.
Un mal rendimiento escolar o la falta de memoria visual pueden ser consecuencias de un defecto visual no identificado. Una mala visión afecta a todas las actividades diarias de los más pequeños. Desde la comprensión de los temas tratados en el colegio, los momentos de juegos con los amigos o el practicar un deporte. Además, los problemas de visión pueden conllevar dificultades en las relaciones sociales y el desarrollo de la personalidad del niño.
SEÑALES QUE PUEDEN INDICAR PROBLEMAS VISUALES
Los defectos de refracción como el astigmatismo, la miopía o la hipermetropía afectan a un 20% de los niños. Hay síntomas clave que ponen de manifiesto que tu hijo necesita alguna corrección visual, pero estos son difíciles de detectar para él mismo, ya que puede entenderlo como normal debido a que nunca antes había visto de forma correcta. Por ello, es fundamental estar atento al desarrollo del menor.
Las señales sobre las que debes poner especial atención son:
- Parpadea o se frota los ojos.
- Guiña los ojos o frunce el ceño para ver mejor.
- Se acerca mucho al papel al leer o escribir.
- Mala postura al sentarse.
- Desvía un ojo de manera constante o cuando se cansa.
- Cierra o se tapa un ojo cuando lee o mira la pizarra.
- Padece tortícolis especialmente cuando realiza tareas de cerca o de lejos.
- Se choca con los objetos.
- Problemas de equilibrio.
- Poco hábil en deportes o en juegos de coordinación ojo-mano.
COMPORTAMIENTOS DERIVADOS DE LOS PROBLEMAS VISUALES
Estas señales pueden ir acompañadas de otros comportamientos que no relacionarías directamente a problemas visuales, pero que pueden ser una consecuencia de ellos.
- Deterioro de la lectura tras periodos prolongados.
- Omisión de tareas de cerca.
- Conducta negativa/agresiva.
- Facilidad de distracción y dificultad de concentración.
- Falta de memoria visual.
- Resistencia a los cambios.
- Inquietud o nerviosismo.
- Duración excesiva en el tiempo empleado a las tareas escolares.
- Necesidad de muchos descansos.
¿Te resultan familiares algunos de los síntomas o comportamientos que hemos enumerado? Si tu hijo tiene entre 5 y 7 años, revisa su vista en la 19ª Campaña Escolar a favor de la Salud Visual de la Fundación ALAIN AFFLELOU. El objetivo de la campaña es detectar problemas visuales en la infancia y, si durante la revisión se encuentra algún problema visual, le regalaremos un par de gafas graduadas.
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