Para un padre no hay nada más importante que la salud de sus hijos. Sin embargo y a pesar de que problemas como la miopía infantil son cada vez más habituales, a menudo nos olvidamos de cuidar de la salud visual de los más pequeños.
Se estima que en el año 2050 habrá 5 mil millones de personas en todo el mundo diagnosticadas de miopía. Unas cifras que llaman especialmente la atención al observar la franja de edad entre los 5 y los 7 años. Y es que diversos estudios revelan que los casos de miopía durante la etapa infantil se han incrementado considerablemente.
¿Qué es la miopía infantil?
Se calcula que en España algo más de la mitad de los niños podría tener un problema visual. La miopía es, sin duda, la afección visual más habitual durante la infancia. Se trata de un error refractivo que impide ver imágenes nítidas a una cierta distancia.
La miopía infantil ha aumentado considerablemente en los últimos años. A los factores genéticos se le han unido los nuevos hábitos de los pequeños, como el incremento del número de horas que pasan frente a una pantalla. Los expertos recuerdan que, aunque los dispositivos electrónicos bien usados son beneficiosos, el exceso de horas frente a ellos puede pasar factura a nuestra salud visual.
¿Cómo controlar su aumento?
La pregunta más habitual de los padres ante la aparición de la miopía infantil en sus hijos es si su aumento puede controlarse. La miopía no se cura pero sí se puede corregir y es precisamente durante la infancia cuando su control resulta más efectivo. Y es que el ojo miope crece en longitud a la vez que lo hace el niño. Frenar su crecimiento puede por tanto ayudar a que la miopía aumente a un ritmo menor.
Para controlar el aumento de la miopía no basta con hacer un seguimiento de las dioptrías sino que resulta necesario realizar un completo estudio. En este se incluye el análisis del fondo de ojo así como diferentes pruebas de dilatación de las pupilas y topografías corneales.
Existen diferentes tipos de tratamientos para el freno del crecimiento de la miopía infantil. Tu oftalmólogo podrá recetarte un colirio de atropina para utilizar durante la noche, mientras que tu óptico-optometrista puede ayudarte con la adaptación de unas lentes de contacto Orto-K nocturnas (terapia refractiva corneal), o unas lentes de contacto de desenfoque periférico, recientemente aprobadas por la FDA para ralentizar la progresión de la miopía en niños de entre 8 y 12 años. La aplicación de uno u otro tratamiento será decidida por el óptico-optometrista en función del grado de miopía. Desde la Fundación ALAIN AFFLELOU te recomendamos que, ante la aparición de los primeros signos de miopía en tus hijos, contactes con un especialista.