DÍA 6 – Martes 23 de agosto de 2022: Merzouga

24 de agosto de 2022

TODO ES POSIBLE CON DEDICACIÓN Y MUCHO AMOR

Nuevamente nos hemos despertado entre las dunas. Esta vez en las espectaculares dunas anaranjadas de Merzouga; así que, aprovechando que nuestro destino estaba a solo 20 minutos, decidimos inmortalizar el majestuoso momento con una foto en grupo, justo después de desayunar.

Llegaron las nueve de la mañana y, a lo lejos, Juan Carlos Ortega, quien nos lleva los materiales con su camión de Bujarkay y nos brinda su apoyo en las revisiones, nos llamó para avisarnos de que teníamos que partir dirección Merzouga. Esta vez debíamos realizar nuestra labor en un pequeño barrio a las afueras de esta ciudad, de 20.000 habitantes, y eso motivó que allí nos estuvieran esperando muchos niños y muchísimos adultos.

Nos llamó la atención lo bien organizados que estaban. En primer lugar situaron a los niños, a continuación las mujeres y, luego, los hombres. Todo parecía muy controlado. Pero al poco tiempo empezaron a llegar multitud de familias y fue un no parar. No hubo un momento de respiro… Y eso es bueno. Hemos venido aquí para ayudar todo lo que podamos. Para estas personas, estas revisiones (y su posterior entrega de gafas graduadas) son una oportunidad única.

Llegó la hora de la comida y decidimos retrasarla. A lo largo de la mañana habían ido llegando familias de otros barrios cercanos y estaban allí esperando su oportunidad a más de 45 grados. Tal fue la aglomeración que Juan Carlos y dos voluntarios locales, seleccionados por Abdel, se convirtieron en nuestros auxiliares ópticos. Su ayuda fue muy buena y clave para que hiciéramos un buen trabajo. Estamos realmente agradecidas por su ayuda.

Sobre las cuatro de la tarde decidimos parar 15 minutos para coger aire y comer un poco. Nunca había comido tan deprisa algo tan rico. No me dio tiempo a preguntar qué era, pero la comida estaba deliciosa, para degustarla con tranquilidad y disfrutar de los distintos sabores. Espero enterarme mañana, quiero repetir.

Al volver a “nuestra óptica” vimos la multitud que había fuera. Nos complació ver tanta gente y su agradecido recibimiento. De alguna manera, te hacen sentir como estrellas del rock o del fútbol aclamadas por la multitud. Son personas que realmente valoran nuestra labor.

Terminamos tardísimo, reventadas, pero ha valido la pena aunque solo sea porque sabes que es una ayuda importante para estas personas… Y porque sus abrazos y cariño son sinceros.

Al volver a nuestro hotel en la furgo, teníamos los sentimientos a flor de piel. Son momentos en los que reflexionas sobre lo importante que es hacer algo por los demás, sean conocidos o no.

Tenemos ganas de ver qué nos depara mañana, nuestro último día de revisiones.