En España más de un millón personas padecen glaucoma, una enfermedad ocular crónica e irreversible que conlleva la pérdida progresiva de visión. Además, a nivel mundial, cada año se registran 2,4 millones de nuevos casos y hay alrededor de 60 millones de personas con glaucoma. Son cifras impactantes, que un año más, la Fundación ALAIN AFFLELOU quiere trasladar en la Semana Mundial del Glaucoma para concienciar de la importancia e impacto de esta patología en la sociedad.
Estamos hablando de una enfermedad silenciosa que no se manifiesta hasta que no se ha perdido al menos el 40% de la visión periférica del ojo. El doctor Nabil Ragai, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirón Salud San José, afirma que el glaucoma tiene poca o ninguna sintomatología y la evolución crónica de esta enfermedad suele ser lenta, a lo largo de meses o años, o sorprender por su rápida evolución. Por ello, un diagnóstico precoz es lo más importante para lograr preservar la visión.
El glaucoma puede ralentizarse mediante diferentes tratamientos. Desde la Fundación ALAIN AFFLELOU insisten en la importancia de la revisión rutinaria de la vista ya que, un diagnóstico temprano podría evitar hasta el 95% de los casos de pérdida de visión. “El trabajo del óptico es fundamental para la detección precoz del glaucoma. Son estos profesionales los encargados de medir la presión intraocular en los chequeos visuales como parte de la exploración que se realiza al paciente. Si encuentran algún caso sospechoso, lo derivan al especialista. Desde mi experiencia, considero imprescindible acudir a las ópticas para someterse a chequeos anuales para conseguir diagnosticar a tiempo esta enfermedad”, afirmaba el doctor Ragai.
En la actualidad, el glaucoma es la segunda causa de ceguera irreversible en el mundo y se calcula que en el año 2020 habrá cerca de 80 millones de personas que padezcan esta enfermedad. “El glaucoma se va extendiendo entre la población y los casos diagnosticados crecen día a día. Deben tener especial cuidado las personas cuya presión intraocular sea elevada, aquellas que cuenten con antecedentes familiares, padezcan hipertensión, las que se encuentren en una edad avanzada, afectados por miopía severa que ya hayan padecido otros traumas oculares, personas diabéticas o de raza negra y, por último, aquellas que tomen medicamentos como corticoides, antidepresivos o hipotensores” afirmaba Elvira Jiménez, óptico-optometrista y Máster en Investigación Clínica de ALAIN AFFLELOU.