Los seis voluntarios de la Fundación ALAIN AFFLELOU acaban de llegar a Tánger tras vivir su primera etapa en “El Desierto de los Niños 2016”. Lidia, María, Cecilia, Rubén, Sonia y Marisa ya están deseando llegar al sur de Marruecos para empezar a revisar la vista a los habitantes más necesitados de la zona.
Pero antes de que “llegue lo bueno”, como ellos denominan a la acción solidaria, han tenido que viajar desde Madrid hasta aquí. Ha sido un viaje de muchas horas en la furgoneta Hyundai H1 de la Fundación. Sin embargo, las han vivido con entusiasmo y las han aprovechado para empezar a conocerse entre ellos.
Durante los 700 kilómetros que han recorrido desde Madrid hasta Tarifa (Cádiz) y después en el trayecto en ferry que les ha traído hasta Tánger, los voluntarios nos han contado qué les ha motivado a formar parte de esta aventura solidaria.
Lidia Cobas, de ALAIN AFFLELOU Santander, es la referencia del grupo, ya que vivió esta misma experiencia el año pasado y sirve de guía a los otros cinco voluntarios. Con una sonrisa que no se le quita de la cara, les ha explicado a sus compañeros la dureza del trabajo a realizar, pero que la satisfacción interior es enorme: “por eso estoy encantada de que me hayan permitido repetir”.
Rubén Sánchez, el único chico del grupo, tenía claro que quería formar parte de esta caravana de ayuda “nada más ver el vídeo de la edición del año pasado de El Desierto de los Niños”. Siempre había querido realizar alguna labor de voluntariado, y vio la oportunidad de participar en ésta gracias a formar parte del centro de ALAIN AFFLELOU de Mataró (Barcelona), donde trabaja.
También desde un centro de Barcelona, en este caso el de Vilanova, ha llegado hasta aquí Marisa Sánchez. Ella “tenía en mente desde hace muchos años participar en alguna labor de voluntariado”, y gracias a la iniciativa de la Fundación ya está inmersa de lleno en ésta, donde siente “que con su aportación puede ayudar a mucha gente que realmente lo necesita”.
Cecilia Cuadrado también deseaba formar parte de “El Desierto de los Niños”. Desde que realizara una labor de voluntariado en Cuba a través de la universidad donde estudiaba, no ha parado de moverse para participar en otra. Formar parte del centro de ALAIN AFFLELOU en Deusto (Vizcaya) y sus ganas de ayudar le han traído hasta aquí.
María López, del centro de O Carballiño (Ourense), en muchas ocasiones se había planteado participar en las actividades de alguna ONG, pero por razones de trabajo no podía. Y… lo que es la vida, ahora gracias a su profesión “puedo cumplir uno de mis sueños, que es ayudar a los demás… cuando más lo necesitan”.
Sonia Guasque, de ALAIN AFFLELOU en Valencia, es la más espontánea del grupo y nos ha contado entre risas que el año pasado vio fotos y vídeos de lo que hace en el sur de Marruecos la Fundación y, desde entonces, se propuso estar aquí este año para celebrar su cumpleaños (el próximo miércoles 23), mientras ayuda revisando la vista “a personas que lo necesitan y no se lo pueden permitir”.