MUCHOS KILÓMETROS Y MUCHAS RISAS
Ayer fue un día muy intenso, de mucha carretera: nos recorrimos más de 300 kilómetros por autopista y vías de doble sentido de las de aquí, que no son como las de España. Pero el ambiente dentro de nuestra furgo Hyundai es buenísimo: risas, música… y hasta ensayamos una pequeña coreografía. Además, como paramos cada dos por tres para que los niños de la caravana no se cansen, todo se hace muy ameno.
La primera parada fue en las Cuevas de Hércules, a las afueras de Tánger. Cuenta la leyenda que Hércules pernoctó en estas cuevas durante su aventura realizando las 12 pruebas. Desde el interior de las cuevas se ve una apertura, creada por las rocas, que forma el perfil del mapa de África. Nosotras alucinamos cuando lo vimos. Además, había unas vistas impresionantes del Océano Atlántico, así como de las playas y acantilados del oeste de Marruecos.
Llegado el medio día hicimos una parada para comer cerca de la ciudad de Rabat en una zona de árboles que nos protegía del caluroso día (unos 40 grados). Tras reponer fuerzas, nos juntamos con los otros miembros de la caravana de El Desierto de los Niños para practicar el baile del TikTok de Rosalía, que está tan de moda. Fue otro momento divertido.
Cuando llegamos a Meknes, nos dirigimos a la sede de ALAIN AFFLELOU de esta ciudad para recoger los materiales específicos que necesitamos para hacer las graduaciones en los próximos días. Además, pasamos un buen rato con los compañeros de ALAIN AFFLELOU en Meknes. Nos dijeron que no podíamos irnos sin hacer turismo por su preciosa ciudad. Y así hicimos. Aprovechamos las últimas horas de la tarde para visitar todo lo que hay entre las gigantescas y voluminosas murallas. Fue inevitable perderse entre sus callejuelas y su mercado.
Ya en el hotel, todas a descansar, que hay que llegar con fuerzas a los días de revisiones en el sur de Marruecos. Y todavía nos queda otro día de viaje por carretera.