55 revisiones en la aldea de Tiserdimine
Hoy ha sido el día que todos estábamos esperando. Tras el largo viaje en el Hyundai STARIA (comodísimo, por cierto) hasta llegar al sur de Marruecos, por fin hemos comenzado las revisiones. Antes de eso, los organizadores de El Desierto de los Niños realizaron un pequeño briefing en el hotel en el que nos presentaron al resto de la caravana, formada por 140 personas, y explicaron nuestra labor. Fue muy bonito ver el reconocimiento de todos los participantes y nos ha motivado mucho para afrontar con más ganas todavía esta jornada.
Tras la presentación, hemos emprendido la marcha y media hora después hemos llegado a Tiserdimine, una pequeña aldea que forman 30 familias (unos 140 habitantes). Allí, en el establecimiento de “Hassan el Joven”, hemos iniciado nuestra tarea. Antes de entrar, ya hemos visto que había bastante gente esperando, por lo que nos hemos puesto manos a la obra: hemos montado todos los equipos de manera rápida y eficaz para comenzar las primeras revisiones.
Al principio, con los mayores, ha sido complicado entendernos a la hora de revisar y graduar. Sin embargo, gracias a nuestra nueva compañera Wafa, de aquí de Marruecos, hemos podido ir poco a poco encontrando la manera de tener una comunicación fluida. Ya en la segunda parte del día, hemos revisado la vista a los niños. Todo ha sido mucho más fácil con ellos… y sobre todo muy divertido interactuar con ellos y revisarles y graduarles “jugando”.
Hemos terminado la jornada con 55 personas graduadas y con la satisfacción de haber podido atender a quien lo necesita y no tiene posibilidades para ello. Mañana continuaremos con la segunda jornada de revisiones, gracias a la cual podremos seguir ayudando a los habitantes del sur de Marruecos a mejorar su salud ocular.
Visualiza todas las fotos de la aventura en este enlace.