Un gran día de revisiones y emociones
Tras la mala noticia de ayer, hoy nos levantamos decididas a dar lo máximo de nosotras en lo que iba a ser nuestra primera jornada de revisiones. Para ello, salimos del maravilloso hotel Tombouctou, localizado en Merzouga, y nos dirigimos al pequeño pueblo de Fezzou, donde nos habilitaron una enorme jaima para poder empezar a revisar a todos los habitantes de la zona.
El comienzo no fue sencillo. Uno de nuestros aparatos, el autorefractómetro, fue entregado sin cable de conexión; esto nos hubiera limitado mucho en cuanto a velocidad y precisión de las revisiones. Pero, gracias a uno de los residentes de la zona, encontramos la pieza que nos faltaba para hacerlo funcionar.
Tras esto, comenzamos a revisar. Al principio fue complicado. Comunicarse con gente que habla otro idioma completamente distinto no es nada sencillo. Pero la inestimable presencia de Abdel nos hizo el trabajo realmente sencillo. A lo largo del día, conseguimos hacernos entender sin ningún problema. Es fascinante ver cómo sin hablar el mismo idioma, nos podemos comprender con todo el mundo. Es algo increíble.
El día terminó a las siete de la tarde y graduamos a 146 personas. Es una cifra que puede parecer insignificante comparándola con todos los habitantes de Marruecos, pero la acción es de gran valor para cada una de estas 146 personas, que no tienen acceso a este tipo de revisiones y/o graduaciones.
Agotadas por este gran día de emociones, nos dirigimos al campamento de jaimas organizado por El Desierto de los Niños. Ahora nos toca descansar, ya que mañana tendremos otro emocionante día en el mismo poblado de Fezzou.