Algunos niños nacen con problemas de audición que les impide oír con claridad los sonidos que les rodean. Sin embargo, este tipo de patologías no resultan fáciles de detectar, ya que los pequeños no muestra signos evidentes de ello hasta que cumplen entre 12 y 18 meses, momento en el que empiezan a pronunciar sus primeras palabras.
Los problemas de audición en niños pequeños pueden ser temporales o permanentes. Por eso, cuanto antes detectes y reconozcas la aparición de estos problemas, antes podrás poner los medios para solucionarlos.
Diagnosticar los problemas de audición en niños
En la actualidad, todos los bebés son sometidos a un test de audición durante su primer mes de vida. Gracias a este análisis, podrás descartar la presencia de algunas patologías que puedan afectar al desarrollo auditivo de tu hijo. Si a tu bebé no ha sido examinado, no dudes en ponerte en contacto con tu médico.
Pasado este examen, es aconsejable que sigas observando el correcto desarrollo auditivo de tu pequeño hasta que comience a pronunciar sus primeras palabras. Durante este tiempo, te proponemos que estés atento a las reacciones que los sonidos de su entorno generan en tu pequeño, teniendo siempre en cuenta el tipo de reacciones esperadas para su edad.
Hasta los cuatro meses, no te pierdas sus reacciones ante un sonido fuerte. Observa si se despierta al escuchar ruidos y prueba a ponerle música tranquila cuando llora. Estas y otras reacciones como el reconocimiento de la voz de la madre confirmarán su buena salud auditiva.
Entre los cuatro y los ocho meses, los bebés comienzan a reaccionar más rápido ante los sonidos. Es durante esta etapa en la que los niños disfrutan jugando con juguetes que emiten música. Además, comienzan a intentar comunicarse con personas que se dirigen a ellos.
Entre los ocho y doce meses los bebés modulan sus sonidos, giran la vista buscando la fuente del sonido, disfrutan la música y entienden el significado de “no”. Sigue con atención sus acciones para confirmar que su desarrollo auditivo es correcto para su edad.
Prevenir una pérdida auditiva
Existen algunos tipos de pérdida auditiva congénita que no pueden prevenirse. Sin embargo, los problemas de pérdida auditiva adquirida sí pueden prevenirse si sigues unos sencillos consejos. Estar atento a los problemas de otitis y tratarlos correctamente, proteger sus oídos de ruidos fuertes y prestar atención a su desarrollo auditivo pueden ser claves a la hora de prevenir un problema de audición.
¿Qué hacer si detecto una pérdida de audición en mi hijo?
Si siguiendo nuestras instrucciones han notado que tu hijo podría sufrir una pérdida auditiva, te recomendamos que contactes con un médico especialista. Dependiendo del problema, este podrá resolverse de manera temporal. Si tu médico confirma que tu hijo tiene una pérdida auditiva permanente, contacta con un audiólogo. Este profesional te asesorará sobre las diferentes alternativas de comunicación para tu hijo. En nuestro blog encontrarás más información interesante sobre actuar ante esta situación.