Esquiar en familia es otra historia. Ir con los niños a la nieve requiere de toda una logística especial. Cada mañana, hay que enfundarles en las 20 capas de ropa térmica, gorros, guantes y demás cachivaches necesarios para esquiar. Y una vez que consigues llegar a las pistas, no tienes ni un minuto de relax vigilando que no se hagan daño y, sobre todo, que no se pierdan entre la gente.
Sin embargo, todos esos inconvenientes se te olvidan rápidamente cuando ves sus sonrisas y carcajadas al deslizarse, o, mejor dicho; caer rodando por las laderas. Son momentos entrañables en familia que permanecen en tu memoria y en la de tus hijos.
La protección visual en la nieve es esencial
El objetivo es divertirse juntos, pero es importante no olvidar la seguridad en estos viajes. Tanto si tu familia disfruta de la nieve a menudo, o si simplemente os gusta ir a la nieve un par de veces al año, es fundamental proteger la vista de tus hijos en la nieve.
Todos los esquiadores, adultos y niños, deben tener especial cuidado y proteger sus ojos. Los rayos ultravioletas (UV) pueden ser hasta ocho veces más potentes en las pistas de esquí que en cualquier otro lugar debido a las propiedades reflectantes de la nieve.
Los niños son especialmente sensibles; según la Organización Mundial de la Salud el 80% de la exposición a la radiación solar ultravioleta (UV) ocurre antes de los 18 años. Además, los niveles de UV aumentan en un 8% con cada 1000 metros de altitud.
Entonces ¿Cómo protejo la vista de mis hijos?
Tan solo tienes que seguir estas indicaciones para que la vista de tus hijos permanezca intacta después de una jornada divertida de esquí:
Protección UV. Las gafas de esquí deben bloquear los rayos UVB y proteger los ojos de al menos el 95% de los rayos UVA para así prevenir problemas a corto plazo y daños a largo plazo.
Las monturas tienen que estar hechas de un material flexible que no se rompa a baja temperatura o en caso de impacto, y las lentes deben estar hechas de un material irrompible como el policarbonato.
Color de la lente. Las lentes de color naranja y rosa bloquean la luz azul, son la mejor opción para la nieve junto con el verde. Además, pueden reducir el brillo y mejorar la visión de los niños con lentes polarizadas.
Lentes resistentes a los arañazos. Busca gafas hechas de un material resistente a los arañazos, como el policarbonato, o lentes que tengan un revestimiento para protegerlas de rayaduras. ¡Los niños no paran! Unas gafas sin anti-arañazos les van a durar 10 minutos.
Ajuste de las gafas. Una vez que consigues que se pongan las gafas es importante ajustarlas bien. Busca lentes con una correa que se pueda ajustar fácilmente y que tenga una hebilla segura. Cuanto más sencillo sea el mecanismo, más fácil será que ellos mismos se las recoloquen después de una caída.
Lentes graduadas. Las gafas graduadas debajo de las gafas de esquí es una pesadilla para los niños. Una solución es encontrar un par de gafas de esquí que puedan graduarse.
Diseño. Las gafas de estilo envolvente con lentes grandes son las mejores para proteger los ojos del sol, reducir la distorsión y permitir ver claramente.
Así que ya sabes, si estas navidades has pensado recibir el año en Laponia junto con Papá Noel, no olvides que tus ojos y, especialmente, los de tus hijos necesitan una protección especial. ¡Que disfrutes de tus jornadas de esquí y nieve!