¿Qué puede haber más importante que la salud de nuestros hijos? Todos los padres somos conscientes de evitar ciertos hábitos que perjudican el correcto crecimiento de nuestros niños. Estamos muy comprometidos en ofrecerles una comida sana, que hagan el ejercicio recomendado para sus edades y que lleven el cinturón de seguridad como forma de protección ante cualquier imprevisto al volante.
Estos temas están muy presentes en la mente de todos los padres ya que se han realizado campañas de concienciación e información sobre la obesidad infantil y la importancia de los métodos de retención infantil en el coche. Sin embargo, hay otros temas de los que disponemos menos información y que actualmente suponen un verdadero problema de salud para la infancia. Este es el caso del incremento de la miopía.
Las cifras son preocupantes
En la actualidad hay 2.500 millones de personas en todo el mundo diagnosticadas de miopía, con más de 1 millón de casos nuevos cada semana, y se estima que esta cifra aumentará a 5 mil millones para el año 2050.
Lo que llama nuestra atención de una manera especial es que los estudios revelan que se han ampliado los casos de miopía en niños de 5 a 7 años con respecto a décadas anteriores. Según los datos de la OMS, 19 millones de niños tienen discapacidad visual a nivel mundial, siendo los errores de refracción la causa principal en el 63% de los casos.
Desde la Fundación Alain Afflelou, cada año promovemos nuestra campaña escolar en favor de la salud visual y los resultados de la misma son abrumadores. En el 2018 hemos revisado la vista a más de 11.000 niños de entre 5 y 7 años y 9.000 de ellos necesitaban gafas. ¡Estamos hablando de más de un 80%!
Es cierto que un niño con un padre miope tiene tres veces más el riesgo de desarrollar miopía, o es seis veces superior, si ambos padres son miopes. Sin embargo, cada vez más niños y adolescentes sin antecedentes familiares de miopía están siendo diagnosticados con esta afección. Pero… ¿por qué?
Pantallas y problemas de visión
El hecho de que la miopía se haya propagado tan rápidamente en los últimos 50 o 60 años sugiere que no se trata de un fenómeno genético, sino que la causa se encuentra en otro tipo de factores que están muy ligados a nuestro estilo de vida.
Para empezar, actualmente los niños pasan mucho más tiempo en casa, utilizando smartphones, tablets, u ordenadores, y menos al aire libre. Las actividades en el exterior protegen contra la miopía y el escaso tiempo que se dedica a este tipo de ocio infantil es uno de los factores que parece estar impulsando el aumento en la miopía.
Según las últimas estadísticas emitidas por el estudio retrospectivo de Prevalencia de errores refractivos en niños de 5 a 7 años en España, realizado por investigadores de la Universidad Europea y de la Fundación Alain Afflelou, un 33% de los niños españoles de entre 5 y 7 años con problemas de miopía están frente a un dispositivo electrónico durante más de dos horas diarias.
Estos dispositivos electrónicos con pantallas LED emiten gran cantidad de luz azul. Los ojos de los niños no están preparados para mirar fijamente a este tipo de luz durante mucho tiempo. La sobreexposición puede provocar problemas visuales, de hecho, el 68% de los jóvenes padece ya fatiga visual originada por el uso excesivo de estos dispositivos.
Estos datos son una llamada de atención para que tomemos medidas efectivas cuanto antes. Limitando el tiempo de exposición de los niños a estos aparatos electrónicos, conseguiremos reducir los casos de miopía temprana. Por ello, es esencial que los padres nos sintamos comprometidos con la salud visual de nuestros hijos y la relevancia que tiene para su correcto desarrollo y aprendizaje.
La importancia de revisiones tempranas
Desde la Fundación Alain Afflelou incentivamos la necesidad de revisiones tempranas para detectar problemas visuales a tiempo y tomar medidas correctivas. Muchos casos de fracaso escolar infantil se deben a problemas en la visión; ambliopía (ojo vago) y problemas de refracción (miopía, astigmatismo e hipermetropía).
El niño con problemas visuales no detectados encuentra una dificultad añadida en su aprendizaje, por ello, el esfuerzo debe ser mayor. La consecuencia es un rechazo al estudio que le llevará a unos resultados escolares inferiores al resto de compañeros, pudiendo aparecer problemas de autoestima.
La solución radica en realizar revisiones visuales desde muy pequeños para detectar estos problemas antes de que se genere el fracaso escolar. Por eso, en Alain Afflelou puedes pedir cita para realizar una revisión gratuita en cualquiera de nuestras ópticas. De esta forma, podremos evitar obstáculos que entorpezcan el desarrollo cognitivo de nuestros hijos. ¡Ayúdalos a eliminar barreras en su aprendizaje!