En nuestro blog insistimos en la importancia de una revisión visual temprana a nuestros hijos para detectar problemas en la visión. Sin embargo, puede que te preguntes qué pasa después de esa primera revisión. ¿Cada cuánto tiempo tengo que revisarles la vista? Si sale todo bien, ¿tengo que seguir revisando a mis hijos? ¿Hay alguna edad susceptible de presentar más problemas en la vista? Estas son dudas que son esenciales conocer para mantener la correcta salud visual de los niños. En este post te lo aclaramos a continuación.
Existen unos años en el desarrollo de los niños que son clave y es importante asegurar que puedan emplear correctamente sus 5 sentidos, para aprender y relacionarse aprovechando todo su potencial.
Si tu hijo no puede ver las letras impresas en sus libros de texto, o no alcanza a leer bien lo que el profesor escribe en la pizarra puede frustrarse fácilmente, lo que deriva en un deficiente rendimiento académico y una baja autoestima. Un problema que quizás se resolvería fácilmente con unas gafas o lentes de contacto.
Además, algunos problemas de la visión, como la ambliopía (ojo vago), se tratan mejor si se detectan y corrigen lo antes posible mientras el sistema de visión del niño aún no se ha desarrollado completamente.
¿Cada cuánto tiempo debo revisar la vista a mis hijos?
Los expertos recomendamos que los niños de entre 3 y 5 años de edad se sometan a una revisión visual anual. Los niños en edad escolar y los adolescentes sin problemas de visión se deben revisar la vista cada 12 a 18 meses, aunque todo haya salido bien en revisiones previas.
Sin embargo, si existen antecedentes familiares de problemas visuales en la infancia, se debe realizar un examen anual para poder tratar a tiempo posibles problemas que surjan.
Los niños y adolescentes con miopía u otros errores refractivos deben acudir a una revisión visual al menos una vez al año. Y los niños con miopía severa, o que empeora rápidamente necesitarán revisiones aún con mayor frecuencia.
¿Hay alguna edad susceptible de presentar mayores problemas visuales?
Es aconsejable realizar revisiones anuales de la vista de tus hijos, pero especialmente durante la adolescencia ya que es importante proteger sus ojos contra los efectos potencialmente dañinos del abuso de tablets, smartphones y portátiles. Ajustar el brillo, la resolución y el contraste de la pantalla, hacer descansos regulares y evitar la luz solar brillante puede ayudar a prevenir los síntomas del síndrome visual informático.
Este estilo de vida de los adolescentes tan ligado a las pantallas deriva, a veces, en problemas como la miopía, que se detecta mediante exámenes oculares regulares. De hecho, uno de cada cuatro estudiantes necesita algún tipo de corrector visual.
Además, los cambios hormonales que está sufriendo tu hijo pueden derivar en problemas visuales que hay que detectarlos a tiempo.
Observa a tu hijo y permanece atento ante posibles signos de visión deficiente (dolores de cabeza, frunce los ojos para fijar la vista, se le irritan los ojos…). Si notas cualquier problema, haz que examinen a tu hijo de inmediato para tomar las medidas oportunas. En cualquiera de nuestras ópticas puedes realizar una revisión gratuita. ¡Así de fácil!
Ya conoces el dicho “más vale prevenir que curar”, sé previsor y realiza las revisiones indicadas por los profesionales y garantizarás la adecuada salud visual de tus hijos.