Baja visión: comprendiendo una condición visual limitante
La Baja Visión se define por una disminución de la agudeza visual que no mejora con corrección (gafas, lentes de contacto o cirugía) y que obstaculiza algunas actividades de la vida diaria como la lectura, ver la televisión o cocinar, debido a una gama de patologías oculares como cataratas, degeneración macular, retinopatía diabética, entre otras. A diferencia de la ceguera total, aquellos con Baja Visión pueden distinguir formas, aunque con dificultad.
SIGNOS Y CÓMO IDENTIFICAR LA BAJA VISIÓN
Las consecuencias varían dependiendo de cada persona. Los signos comunes incluyen dificultad para realizar acciones cotidianas como leer, cocinar o reconocer caras. La OMS define bajavisión como una agudeza visual inferior a 0,33 y superior a 0.065 (por debajo de 0.065 se considera ceguera legal) que no puede ser mejorada con gafas, lentes de contacto, cirugía o fármacos. Por ejemplo, alguien puede no ser capaz de distinguir los números del teléfono ni el número del autobús que está llegando a su parada, ni siquiera llevando gafas. Lo adecuado es ponserse en manos de un profesional en cuanto se detecten síntomas de pérdida visual o dificultad para realizar acciones diarias.
¿QUIÉNES SON AFECTADOS POR LA BAJA VISIÓN?
La Baja Visión puede impactar a personas de todas las edades, siendo más frecuente en la etapa madura debido a patologías asociadas con el envejecimiento. Sin embargo, también puede tener su origen en malformaciones congénitas o accidentes, afectando a personas más jóvenes.
¿Cómo influye la genética en la baja visión?
La influencia genética en la Baja Visión es crucial. Algunas condiciones como la retinosis pigmentaria, una de las causas principales de Baja Visión, tienen un componente hereditario. Comprender esta relación permite evaluar el riesgo en ciertos grupos familiares y en la historia clínica de un individuo.
Los pacientes de Baja Visión, aunque no pueden recuperar una visión óptima, pueden mejorar su calidad de vida mediante ayudas ópticas de baja visión y técnicas de rehabilitación visual. El objetivo es maximizar el uso del resto de visión útil, aportando herramientas y apoyo para que las personas afectadas puedan realizar sus actividades cotidianas con mayor comodidad.